23 de diciembre de 1998
Carta abierta de Juan Gelman a su nieto
“Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración. Poco antes o poco después de tu nacimiento, el mismo mes y año, asesinaron a tu padre (…) Tu padre se llamaba Marcelo. Tu madre, Claudia. Los dos tenían 20 años y vos, siete meses en el vientre materno cuando eso ocurrió. A ella la trasladaron -y a vos con ella- cuando estuvo a punto de parir. Te sacaron entonces de su lado y fuiste a parar -así era casi siempre- a manos de una pareja de marido militar o policía, o juez, o periodista amigo de policía o militar. Han pasado 12 años desde que los militares dejaron el gobierno y nada se sabe de tu madre. En cambio (…) se encontraron los restos de tu padre 13 años después. Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste. (…) Desde entonces me pregunto cuál ha sido tu destino. Me asaltan ideas contrarias. Por un lado, siempre me repugna la posibilidad de que llamaras “papá” a un militar o policía ladrón de vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise que, cualquiera hubiese sido el hogar al que fuiste a parar, te criaran y educaran bien y te quisieran mucho. Sin embargo, nunca dejé de pensar que, aún así, algún agujero o falla tenía que haber en el amor que te tuvieran, no tanto porque tus padres de hoy no son los biológicos -como se dice-, sino por el hecho de que alguna conciencia tendrán ellos de tu historia y de cómo se apoderaron de tu historia y la falsificaron. Imagino que te han mentido mucho. También pensé todos estos años en qué hacer si te encontraba: si arrancarte del hogar que tenías o hablar con tus padres adoptivos para establecer un acuerdo que me permitiera verte y acompañarte, siempre sobre la base de que supieras vos quién eras y de dónde venías. El dilema se reiteraba cada vez -y fueron varias- que asomaba la posibilidad de que las Abuelas de Plaza de Mayo te hubieran encontrado. Se reiteraba de manera diferente, según tu edad en cada momento. Me preocupaba que fueras demasiado chico o chica -por ser suficientemente chico o chica- para entender lo que había pasado. Para entender por qué no eran tus padres los que creías tus padres y a lo mejor querías como a padres. (…) Pero ahora sos grande. Podés enterarte de quién sos y decidir después qué hacer con lo que fuiste. Ahí están las Abuelas y su banco de datos sanguíneos que permiten determinar con precisión científica el origen de hijos de desaparecidos. Tu origen. Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije. Los sueños de Marcelo y Claudia no se han cumplido todavía. Menos vos, que naciste y estás quién sabe dónde ni con quién. Tal vez tengas los ojos verdegrises de mi hijo o los ojos color castaño de su mujer, que poseían un brillo especial y tierno y pícaro. Quién sabe cómo serás si sos varón. Quién sabe cómo serás si sos mujer. A lo mejor podés salir de ese misterio para entrar en otro: el del encuentro con un abuelo que te espera.”Releer el texto, ya lo habíamos leído en clase. Encerrá con un círculo la opción correcta (sobre la nena del texto). Escribir información sobre propia, guiándose con los indicadores del punto 2.
Actividad : unir y luego escribir las oraciones que lograron armar. Punto 2: completar con esos 4 verbos.
Actividad para 6to Plástica Visual
EP Nº 8
EL PUNTO Y LA LÍNEA
El lenguaje plástico visual utiliza diferentes elementos de expresión para representar las
formas, transmitir ideas y sensaciones, tanto en el plano ( bi-dimensión) como en el espacio (
tri-dimensión).
El PUNTO es el elemento básico más pequeño del lenguaje visual. Posee tamaño, forma,
textura y color.
La LÍNEA es la sucesión continua de PUNTOS y posee grosor, textura y color.
Te propongo dos instancias de trabajo: la primera es la que te voy a explicar ahora. La segunda
será para la semana que viene.
1- En un plano no importa el color ( puede ser hoja, cartulina, cartón, lo que tengas) vas a
trabajar tanto con el PUNTO como con la LÍNEA. Los materiales serán los que tengas y pueden
ser desde hilos, lanas, lápices de colores, fibras, fibrones, lapiceras, palillos, podés agregar
collage recortando y pegando lo que vos consideres que sea PUNTO Y LÍNEA.
Si no se te ocurre cómo empezar, como disparador recordá lo que hicimos en la primera clase .
A modo de ejemplo, te adjunto imágenes para que te inspires.
PARA TENER EN CUENTA:
Mientras más grande sea el plano, vas a tener resultados más interesantes, ya que te dará la
posibilidad de experimentar más opciones.
No te compares. Cada cual tiene su estilo.
Siempre disfrutá lo que estés haciendo.
No lo hagas rápido para terminarlo. Aprovechá esta situación para realizarlo en un momento
que estés a gusto.
Si desconocés alguna palabra, preguntá o googleá.
¡Saludos y a cuidarse!
Profe Eliana Perazzo
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